Capítulo I.

El Capitulo I está conformado por el Problema; en este capítulo se plantea de forma clara y precisa el qué, por qué y para qué del hecho o fenómeno a estudiar. El planteamiento del problema se inicia con la descripción del objeto de estudio, para lo cual es necesario ubicar en un contexto determinado de conocimiento el tema que se va a investigar. Se aborda el tema de forma general resaltando su importancia hasta llevarlo a lo mas particular o especifico; desde lo macro a lo micro, se delimita en el espacio y en el tiempo. Es importante resaltar que hay una necesidad apoyándose en evidencias empíricas como datos estadísticos, artículos o la misma situación problema (breve descripción); los cuales sean posibles de comprobar contrastándola con la realidad a ser estudiada.
Después de hacer las interrogantes bien concretas (las preguntas de investigaciòn varían según las inquietudes que tiene el investigador y es tal su importancia al plantearse que a través de ellas se determina el tipo y naturaleza de la investigaciòn) se presenta el problema en un párrafo aparte que exprese claramente ¿cuál es el problema?
Una vez que respondemos al qué pasamos a responder el para qué: los objetivos de la investigaciòn que expresan lo que se quiere lograr o acciones a seguir en el estudio. La formulación de los objetivos implica seguir ciertos criterios como: iniciar con un verbo en infinitivo que refleje los logros o acciones que se aspira conseguir, guardar correspondencia con las interrogantes y presentar una redacción clara porque servirán de guía para el desarrollo del marco referencial y metodológico. Respecto al número de objetivos no hay límites porque dependen del propósito y alcance del estudio pero esta claro que se clasifican en generales y específicos. Los estudiantes de Educación ya tienen los conocimientos necesarios para formular objetivos de investigaciòn porque deben haber aprobado Metodología de la Investigaciòn.
Para responder al por qué se redacta la justificación o razones por las cuales se realiza la investigaciòn, señalando además cuáles son los aportes teóricos, metodológicos o prácticos. Algunas condiciones que aplican para redactar la justificación son: resaltar la relevancia social entendida como beneficios, proyección e impacto que se desprende de la investigaciòn; si aporta nuevos enfoques para estudiar el fenómeno, resolver un problema, adquirir nuevos conocimientos o la aplicación que se pueda hacer de ella para otros escenarios. Es necesario que la investigaciòn responda por lo menos a un criterio de los señalados.